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UNA CIENCIA QUE DÉ CALIDAD DE VIDA A LOS CIUDADANOS: TAGÜEÑA

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/444/13
México, D.F., 16 de diciembre de 2013

  • México tiene un gran talento que debe de aprovechar para tener una innovación tecnológica basada en el desarrollo científico
  • Las Cátedras Conacyt para jóvenes investigadores no solo van a permitir empezar a rejuvenecer la planta de investigadores del país, sino también darán oportunidad a nuevos investigadores para que ingresen a la vida académica nacional
La doctora Julia Tagüeña Parga, directora adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt, e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
La doctora Julia Tagüeña Parga, directora adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt, e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: Archivo AMC.
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Próxima a cumplir un año en el cargo de directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la doctora en física Julia Tagüeña Parga aseguró que el área bajo su responsabilidad trabaja enfocada en actuar de manera congruente con el Plan Nacional de Desarrollo, en el que se establecen las líneas prioritarias de interés para el país, principalmente para que el desarrollo científico tenga impacto social.

Explicó que este impacto en la sociedad se puede ver de diversas formas, una en la transferencia de conocimiento, y otra, en la transferencia hacia la industria y aplicación del conocimiento. “Por un lado, está la comunicación social que lleva a la apropiación social, que es parte importante de la generación del conocimiento, pero también está la posibilidad de que haya una transferencia hacia su aplicación en la industria y finalmente hacia una posible innovación”.

Tagüeña expresó también que es importante invertir en el desarrollo científico porque este genera conocimiento, el cual por sí mismo es importante, pero que además terminará generando productos con valor agregado, que a su vez promoverán la recuperación de la inversión. “Estamos en un desarrollo científico que le da finalmente un valor agregado a los productos y que termina en lo que se le ha llamado la economía del conocimiento; en otras palabras, en la producción de bienes, que puede ir desde la maquila o puede ser la aportación de conocimiento tecnológico. México tiene un gran talento que debe de aprovechar para tener ese tipo de innovación, la innovación tecnológica basada en el desarrollo científico”.

Comentó que el desarrollo científico que visualiza para el país debe gozar de una libertad en la investigación, pues muchas veces ni siquiera se pueden imaginar las consecuencias que pudiera tener una investigación que empieza de una manera y termina de otra con resultados sorprendentes. “Queremos impulsar ese desarrollo científico, queremos promover la idea de que se piense en la posibilidad de que ese desarrollo pueda atender un problema nacional y esa es la explicación detrás de la nueva convocatoria que publicó en ese sentido el Conacyt hace unos meses”.

La Dirección Adjunta de Desarrollo Científico opera cinco programas: Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Retenciones y Repatriaciones, Redes Temáticas de Investigación, Estancias Posdoctorales y Estancias Sabáticas. “Creo que todos estos programas han funcionado bien en lo general, por ejemplo el SNI -con alrededor de 20 mil investigadores y en crecimiento constante desde su creación en 1984-, ha logrado constituirse en un referente fundamental para la ciencia en México; o el que se refiere a las redes temáticas, que son hoy en día el camino moderno de hacer ciencia, pues cada vez más se juntan grupos multidisciplinarios para atacar un problema y muchas de estas redes están diseñadas específicamente para ello. Los otros programas y los proyectos de investigación y de infraestructura son fundamentales para la vida académica de nuestro país”.

Reconoció, sin embargo, que tal vez se ha desaprovechado en alguna medida el Programa de Repatriación, puesto que requiere de la existencia de plazas y de una institución que se comprometa a una contratación posterior del investigador, al no fluir esas plazas el proyecto se ha detenido un poco.

Por otro lado, Julia Tagüeña se congratuló del reciente anuncio que se hizo de las “Cátedras Conacyt” para jóvenes investigadores”, un nuevo programa aprobado por la Cámara de Diputados que arrancará el próximo año y el cual permitirá la contratación de 500 científicos. “Estoy muy optimista con este plan porque no solo va a permitir empezar a rejuvenecer la planta de investigadores del país, sino también dará oportunidad a nuevos investigadores para que ingresen a la vida académica nacional”.

“Estas cátedras son el nuevo programa de la dirección y junto con los otros que ya tenemos y que van a continuar porque son fundamentales, se entrelazan de manera positiva. Por ejemplo, si un joven obtiene el doctorado, luego un posdoctorado, y después de que ya está formado aspira a una de estas cátedras, el país completa una inversión en la formación de estos jóvenes talentos mexicanos a los que se le da la oportunidad de que se incorporen a la fuerza laboral”. La investigadora destacó que las “Cátedras Conacyt” son propuesta de la nueva administración del Consejo, pero reflejan una solicitud generalizada de la comunidad académica que desde hace muchos años ha venido expresando la inquietud de acrecentar el número de investigadores en el país.

Lo que debe de quedar claro, subrayó Julia Tagüeña, es que el factor primordial para que haya desarrollo científico y tecnológico, es contar primero con capital humano. “Conocemos el número de investigadores que están en el SNI, sabemos cuánta gente está estudiando en los programas de calidad de Conacyt, del número total de becas y de la población que cuenta con grado de maestría y doctorado; pero lo que también es fundamental para el desarrollo científico es la infraestructura, los centros e institutos de investigación, instituciones de educación superior, universidades politécnicas e institutos tecnológicos, toda esta es la riqueza con la que cuenta México para poder desarrollar la ciencia”.

La especialista en energías renovables dijo estar convencida de que en México hay muy buena ciencia aunque insuficiente para el tamaño de país que tenemos, por lo que es muy importante aumentar todos los números relacionados con la ciencia, y una vez que “promovemos que se formen más estudiantes, tenemos que recuperar a esos nuevos investigadores en nuestras universidades, industrias, centros de investigación. Soy optimista, sé que hay mucho talento en México, lo he constatado, ahora lo que nos toca es aprovechar ese talento para ponerlo a funcionar y que este país se desarrolle en la forma que todos queremos, un país que mejore la calidad de vida de sus ciudadanos”.

Desde una opinión personal, Tagüeña Parga comentó que encabezar uno de los pilares más importantes del Conacyt, es una oportunidad que le da la posibilidad de aplicar la experiencia acumulada a través de muchos años de trabajo en la ciencia y que lo pueda aprovechar en algo que pudiera ser un bien común. “Yo lo veo como un servicio, la experiencia que tengo la utilizo en apoyar en algo en lo que he creído toda mi vida y es que la ciencia, la tecnología e innovación sí pueden ser palanca de desarrollo para nuestro país”.

Fabiola Trelles Ramírez

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