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Azteca Noticias
28 de abril de 2011
Notimex

Miami, EUA.- Un grupo de científicos mexicanos participa en el proyecto del Espectrómetro Magnético Alpha-2 (AMS-2) que llevará el transbordador Endeavour a la Estación Espacial Internacional (EEI) en su última misión, prevista para el 29 de abril.

El AMS-2 es un detector de partículas que medirá los rayos cósmicos y buscará distintos tipos de materia inusual, como la materia oscura y la antimateria, datos que ayudarán a estudiar la formación del universo.

El aparato, que pesa alrededor de siete toneladas, operará como un módulo externo a la EEI por tiempo indefinido y generará constantemente datos en línea que podrán ser analizados en la Tierra.

El proyecto es encabezado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN).

Asimismo, participan 173 científicos de 56 instituciones de 16 países, entre ellas España, Dinamarca, Francia, Alemania, Corea del Sur, China, y Taiwán.

Los científicos del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (IFUNAM) constituyen la única representación latinoamericana en el proyecto.

Arturo Menchaca Rocha, físico investigador titular del IFUNAM y líder de la Academia Mexicana de Ciencias, tiene planeado presenciar el lanzamiento del Endeavour en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.

El grupo mexicano participó específicamente en la creación del Ring Imaging Cherenkov (RICH) detector que sirve para medir la velocidad de las partículas y su carga eléctrica, explicó la academia mexicana en un comunicado.

Cherenkov fue un científico ruso que descubrió que partículas de muy alta energía, al atravesar materiales transparentes (llamados radiadores), producen anillos luminosos centrados en su trayectoria.

En el AMS-2, el radiador es un gel de sílica transparente (llamado aerogel), que fue caracterizado ópticamente en el IFUNAM, instituto que también aportó al AMS-2 instrumentos fotosensibles.

Menchaca Rocha, ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004, aseveró que ‘por proyectos como estos, es importante que México tenga una Agencia Espacial, porque nos falta el apoyo y la representación’.

‘Hasta ahora, los contactos han sido solo personales, con proyectos de investigación de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología)’, añadió el especialista.

La información que registre el AMS-2 se concentrará en una gran base de datos en el CERN y los diferentes equipos de científicos elaborarán programas de análisis para acceder a los archivos, según su línea de investigación.