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México tiene sitios privilegiados para la astronomía

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El Universal
23 de abril de 2013

Un reto para la astronomía mexicana en la próxima década será promover proyectos astronómicos de gran envergadura e incrementar las inversiones en la Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, y la Sierra Negra, en Puebla

Un sitio ideal para hacer astronomía: que tenga altitud suficiente para que haya poca atmósfera, que además sea limpio, estable y con muchas noches despejadas al año, no puede fabricarse, por muchos recursos financieros que se tengan, ya que estas condiciones están dadas por la naturaleza. En México existen estos lugares, pero podrían aprovecharse mucho mejor, señaló William Lee Alardin, director del Instituto de Astronomía de la UNAM.

En nuestro país existen, por lo menos, dos sitios privilegiados para la astronomía, con los recursos naturales antes mencionados, uno, en la Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, y otro en Sierra Negra, en el estado de Puebla. Estos sitios deben dotarse con la infraestructura necesaria para hacer investigación científica: equipo de punta, telecomunicaciones y accesos apropiados.

Si bien estos dos sitios cuentan con infraestructura científica, y en el caso de Sierra Negra esta es creciente gracias a la construcción del Observatorio de Rayos Gamma (HAWC), aún no es suficiente, comentó el investigador.

Incrementar seguridad de las inversiones en infraestructura científica

William Lee indicó que la inversión acumulada en ambos sitios es considerable: en el Observatorio Nacional de San Pedro Mártir alcanza los 30 millones de dólares, y en Sierra Negra los recursos invertidos llegan a los 100 millones de dólares; sin embargo, existen otros sitios en el mundo, igualmente aptos para la observación astronómica, como las Islas Hawaii, el norte de Chile y las Islas Canarias, donde los recursos invertidos por la comunidad científica internacional, desde su fundación, llegan a los 6 mil millones de dólares, en promedio.

Mientras que en el Observatorio de San Pedro Mártir operan tres telescopios y en Sierra Negra dos, contando HAWC, que está en construcción, en los otros sitios funcionan decenas de telescopios con numerosos instrumentos acoplados. Además, en los otros sitios mencionados hay 10 países o más que han invertido y que hacen investigación, cuando en los observatorios mexicanos son pocos países y en algunos casos sólo unas cuantas instituciones, aseveró el especialista en el estudio de estrellas de neutrones y agujeros negros.

“Uno de los retos para la astronomía y astrofísica mexicana y el gobierno mexicano en la próxima década es cambiar esta situación, incrementando la protección jurídica y la seguridad de las inversiones”.

Los dos sitios mexicanos ya mencionados se encuentran dentro de Áreas Naturales Protegidas y, por lo tanto, son sitios que requieren de permisos para realizar trabajos de infraestructura. William Lee opinó que demostrar que los proyectos se pueden llevar a cabo con orden y de acuerdo a las normas, es un ingrediente importante para crear confianza y que otros proyectos arranquen en estos sitios.

Protección del cielo para la observación astronómica

El científico consideró que las condiciones naturales también pueden echarse a perder, por ejemplo, cuando se establece un sitio urbano demasiado luminoso cercano o contaminando la atmósfera con partículas suspendidas en el aire.

Añadió que en otros países ya existen leyes que protegen los cielos para mantenerlos en estado óptimo para la observación astronómica. Por ejemplo, en Arizona, Estados Unidos, donde se han instalado varios observatorios durante el siglo XX, la legislación para proteger el cielo se estableció en 1972, con el objetivo de reglamentar el tipo de luminarias que se usan en las poblaciones y no perder el brillo del cielo. Una legislación similar en las Islas Canarias se estableció en 1988.

En México, ya contamos con una legislación que protege el cielo y reglamenta el tipo de luminarias que pueden utilizarse en el entorno. Se estableció en 2006 en la ciudad de Ensenada y en 2009 a nivel estatal en Baja California.

La Unión Astronómica Internacional toma muy en serio este problema y cuenta con una división dedicada a la protección del cielo en sitios de importancia astronómica existentes y posibles.

Lee Alardin destacó que la comunidad de astrónomos mexicanos tiene la obligación y la responsabilidad de proponer proyectos ambiciosos de gran envergadura y estar preparada para las oportunidades que se presenten. Por otro lado, dijo, el gobierno debe hacer un compromiso a largo plazo y garantizar los financiamientos, independientemente de periodos electorales.

El director del IA habló sobre las oportunidades y retos para la astronomía mexicana en la mesa El futuro en México de la investigación en Astronomía y Astrofísica, convocada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Academia Mexicana de Ciencias y el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.

Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

http://bit.ly/10vG9MJ

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