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Reforma
23 de agosto de 2012
Diana Saavedra

El ranking fue elaborado por la ONU

Ciudad de México .- En pocos años la capacidad de innovación en México ha pasado del sitio 37 al 79, lo cual habla de que las cosas no se están haciendo bien, reconocieron investigadores de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

José Franco, presidente de la AMC; José Luis Fernández Zayas, director general del Sistema Nacional de Investigadores de Conacyt; Blanca Jiménez, vicepresidenta de la AMC, y Alejandro Nadal Egea, economista e investigador, coincidieron en que el esfuerzo realizado por nuestro País para posicionarse mejor en esta materia ha sido mínimo.

Hace unos días, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de la ONU (OMPI) y la Escuela de Negocios INSEAD dieron a conocer el 2012 del Ranking Global de Innovación el cual es encabezado por Suiza, Suecia, Singapur, Finlandia y el Reino Unido (en ese orden) y donde nuestro país ocupa la posición 79.

“Para 2007 México estaba en el lugar 37 de 107 países. Es obvio que hubo ajustes de una edición a otra, para el 2008 nuestro país pasó al 61 lo cual inmediatamente prendió focos rojos”, explicó Franco en conferencia de prensa.

“El enfoque de nuestras empresas está en mejorar sus sistemas administrativos, no en generar productos para la sociedad. Están en un rearreglo interno pero no es lo fundamental. Por ejemplo, se dan pasos para mejorar servicios al usuario, pero obviamente es la utilización de aplicaciones, esto deja de lado la parte nodal que es el desarrollo de ideas para que crezcan y generen empleos”.

El estudio, elaborado en Francia, se refiere a las capacidades de las naciones para hacer las cosas mejor y facilitar la vida de los ciudadanos. Naciones como Sudáfrica con un nivel educativo y económico menor al de México se encuentran en el sitio 54, es decir esta mejor posicionado en la tabla.

“Estamos cayendo a prisa hacia el final de la tabla y una preocupación que, creo es legítima, es que pronto no tendremos con quién compararnos”, estimó Fernández Zayas.

“Las inversiones que estamos haciendo en este país para mejorar la capacidad científica y tecnológica en general son financiadas por la explotación de recursos naturales, lo cual no es cierto. Si revisamos en alimentos podremos ver que el pescado lo estamos comiendo, principalmente de China. ¿Cómo es posible que un país con más desierto que México nos esté dando de comer? Y ahora lo estamos viendo con el huevo que ahora vamos a traer del vecino país del Norte”.

Los especialistas añadieron que la capacidad de innovación ha sido malinterpretada en nuestro país, pues se ha llevado a pensar que está relacionada con mayor infraestructura, cuando no es así.

“En México adolecemos de falta de liderazgo, pero no del único personaje que decide, sino de la capacidad de trabajar en equipo”, añadió Fernández Zayas.

Los investigadores añadieron que sí es posible hacer cosas nuevas y para ello el cambio climático representa una ventana de oportunidad que no se debe dejar pasar.

“Si México no hacen cosas nuevas vamos a ser mucho más dependientes. Se necesita hacer un cambio para fomentar la innovación desde las escuelas. Debe legislarse que se de estímulos a las empresas que utilicen tecnología nacional y no preferir las extranjeras”, añadió Jiménez.

Finalmente, Nadal Egea enfatizó que nuestro país ha mostrado en diversas ocasiones que sí existen recursos para invertir, pues mientras al rubro de ciencia y tecnología se destina sólo el 0.44 del PIB, cada año se gastan en el IPAB, Fobaproa y otras viejas deudas de la iniciativa privada el 3.2 por ciento del PIB.

“Son cargas financieras que representan una carga brutal para la economía mexicana. No estamos haciéndole justicia a los jóvenes en México. Con estas cifras tenemos un rezago en la creación de universidades brutal, deberíamos tener cuatro o cinco UNAMs”, estimó Nadal Egea.

Hora de publicación: 14:00 hrs