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expreso
24 de enero de 2011
Abraham Espinoza

Destina menos recursos de lo establecido en la Ley

Los gobiernos y todos los sectores sociales deben enfocarse en la urgencia de investigación propia para lograr con ello el desarrollo del país

La Ley de Ciencia y Tecnología en México, publicada en el Diario Oficial de la Federación en junio de 2002 durante el gobierno de Vicente Fox Quesada, establece entre sus disposiciones generales que el Estado tiene la obligación de destinar el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) a la actividad científica.

Dicho compromiso dispuesto en la Constitución Política no se cumple; pues para este 2011 el Gobierno mexicano destinó recursos por 47 mil millones de pesos para el desarrollo de ciencia y tecnología en el país; lo cual representa apenas el 0.4% del PIB.

Ante esta situación, la comunidad científica mexicana ha externado su preocupación por el ‘desaire’ del Estado mexicano hacia esta actividad. Los científicos argumentan que la ciencia no puede seguir regateando recursos, y que al contrario, la inversión en la materia debería ser una prioridad nacional.

“En México hace falta que se amplíen y fortalezcan las políticas de apoyo a la investigación para que la ciencia y la tecnología se involucren más en la vida diaria de la sociedad (…) una de las cosas que más se necesita de la manera más rápida posible, es incrementar el apoyo a la investigación en cuanto a financiamiento”, señaló Ramón Pacheco Aguilar, director general del Centro de Investigación en Alimento y Desarrollo (CIAD).

Faltan políticas públicas

El titular de dicha institución, la cual desde 1977 genera conocimiento con el fin de contribuir al bienestar social de la entidad a través de propuestas para mejorar el sistema alimentario, señaló que a pesar de la existencia de organismos como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que este año obtuvo un presupuesto de más de 17 mil millones de pesos, “aún hacen falta más políticas de Estado para impulsar la investigación científica, como potencial detonador de bienestar social”.

“Desde hace tiempo hemos venido señalando esta falta de políticas públicas y esta demanda de más recursos (…) la Ley de Ciencia y Tecnología habla de un compromiso del 1% del PIB; ahí nos tenemos que centrar; ahí tenemos que trabajar el Gobierno federal, los gobiernos de los estados, los municipios, los empresarios y la sociedad civil para poder llegar a esos niveles; si no es así, vamos a seguir desarrollándonos con una economía exógena, donde todo viene del exterior, cuando nosotros lo podemos generar aquí mismo”, señaló el científico, quien es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.

A pesar del adverso panorama, agregó, en México se hace investigación básica de muy buena calidad, “pero todavía no hemos podido encontrar el ‘click’ que debe de haber entre el Gobierno, empresas, sociedad civil y academia, para transformar la investigación y aplicarla al desarrollo tecnológico”, indicó.

Generar investigadores

La generación de nuevos científicos investigadores nacionales, es otro de los retos que la ciencia mexicana debe enfrentar. “Definitivamente México necesita la generación de nuevos científicos (…) sin embargo, lo interesante es que el escenario ha cambiado mucho en los últimos años; antes los doctores éramos formados en instituciones del extranjero, pero hoy nuestro país tiene instituciones con programas de investigación de primer mundo”, destacó Pacheco Aguilar.

“Hoy nuestros nuevos investigadores se pueden formar aquí en el país, y van a ser tan competitivos como los mejores estudiantes formados en universidades de otras latitudes; el problema no es ése, el problema es que se debe de impulsar el interés por la ciencia desde la preprimaria y la primaria, para comenzar a ver los valores nuevos”, dijo el doctor en Filosofía, Ciencia y Tecnología de Alimentos por la Universidad de Oregon, Estados Unidos.

Más allá de que el Gobierno propicie el interés por la ciencia entre las nuevas generaciones, en el país no existen las políticas que aseguren que los nuevos científicos encontrarán puestos laborales dónde desarrollarse y verter su conocimiento.

“Cuando los jóvenes le invierten a su desarrollo profesional, con un proyecto de interés para el desarrollo del país, terminan sus estudios y no encuentran trabajo. Ahí también el Gobierno debe generar una política que garantice que los estudiantes que se van al exterior, puedan regresar a nuestro país y colocarse en trabajos de buena calidad, con buenos salarios y que realmente pueda regresar a la sociedad toda la inversión que se hizo en ellos (…) eso es lo que no sucede aquí; no podemos seguir generando maestros o doctores en ciencias que al terminar no consiguen trabajo aquí”, declaró.

Participación de empresarios

Pacheco Aguilar, quien obtuvo el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos en 1991 y 1992, opinó que dicha responsabilidad corresponde tanto a los gobiernos, como al propio sector productivo.

“El país necesita tanto de doctores y maestros en ciencia, como de tecnólgos, de profesionistas de nivel de licenciatura; como también necesita técnicos de nivel medio superior, todo eso; pero dentro de un esquema integral de desarrollo económico y social; ése es el verdadero reto (…) se deben de generar los nichos de desarrollo para cada uno de ellos, y ahí es muy importante la participación de los empresarios.

“Ya no es suficiente para México que se produzcan maestros y doctores en ciencias, ya no es suficiente que los científicos mexicanos escribamos en revistas y que nuestro conocimiento lo estemos publicando a nivel internacional; tenemos que hacer algo más, tenemos que hacer la vinculación, realizar los esquemas de transferencia del conocimiento de la academia a la sociedad, con una visión de impacto y también con una visión de negocio”, externó.

El gobierno y los empresarios, agregó, nos deben tener en cuenta como sus aliados. “Nosotros no podemos basar nuestros trabajos en buenos deseos, debemos de participar más en las políticas para generar bienestar; la ciencia y la tecnología no es algo que se deba quedar en las vitrinas, es algo que debemos traer en nuestras bolsas”, puntualizó.

La voz de quien si sabe

Ramón Pacheco Aguilar tiene licenciatura en Química, maestría en Ciencias, y doctorado en Filosofía, Ciencia y Tecnología de Alimentos.

Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Fue maestro distinguido por la Universidad de Sonora en 1997-1998.

Es experto por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Tecnología de Productos Pesqueros.